CELEBRACIÓN 2024
Estamos en el 2024 y todos nos preparamos para salir a la calle para celebrar el día mundial de la desaparición del Covid-19.
Era la segunda vez que celebrábamos ese día. Yo me sentía feliz por haber sido una de esas personas que había vivido en esos tiempos y que después de dos años de confinamiento podría sentirse orgullosa al decir que había presenciado ese momento histórico.
Todo iba bien, la vida que tanto añorábamos antes y que jamás pensábamos que volvería había sido devuelta a nosotros y aún más fresca y armoniosa que antes. No había ningún problema y la gente estaba agradecida de que todo hubiese acabado tan bien.
En esos días de confinamiento todo el mundo tenía miedo de que la profecía que escribió hace 40 años Dean Koontz, que decía “un virus denominado Wuhan-400 provocara una pandemia cerca del año 2020 que matará a todos” se cumpliese. Pero por suerte, a pesar de las coincidencias de la profecía con la vida real, no se llegó a cumplir.
Pero lo que aún no sabíamos era que el Covid- 19 no era el virus al que se refería la profecía, que dentro de poco habría otro, el definitivo, el que traería el caos y la destrucción, el que “mataría a todos”.
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